Lima es una ciudad grande, una
ciudad extensa, una ciudad poblada y además una ciudad llena de limeños (y
ajenos) Los limeños no se parecen a nada que hubiera visto antes ni hubiese imaginado.
Pueden ser gente simpática, porque una cosa no quita la otra, pero son gente
seria. Se toman la vida muy en serio, quizá porque ésta no es ninguna broma. Quizá tenemos la idea en Europa de que un pueblo sudamericano
como es el peruano, con supuesto calorcito y supuestas casas de colores tan
alegres la vida es jolgorio, bailes y jugos de papaya. Pero nada más lejos,
esto no es costa bamba ni costa bachata. Esto es gris como el traje de un
inspector de hacienda, ni bromas, ni colores, ni música. Esto es en cierta
medida un gesto serio. Como digo, aquí se toman la vida con solemnidad. Los
limeños son gente de serio semblante, responsable, personas formales que tácitamente han
adquirido el compromiso con el progreso.
Están por la labor, quieren demostrarse
a sí mismos y al resto del mundo que son un pueblo dispuesto, un pueblo moderno
y sensato, que progresa y que avanza. Es este un objetivo digno de admiración.
Pero para llegar a él, ésta
sociedad tiene que dar pasos seguros en un camino donde ellos mismos no se
permiten bromas, titubeos o vacilaciones. Aquí no hay guasa, no son bromistas sino
prudentes, circunspectos, sobrios y adustos. Es más, ni siquiera fuman. Ni
siquiera beben. ¿Cómo es posible que en los bares no haya grifos para dispensar
cerveza de barril? Solo con esto ya lo tienen difícil para divertirse y
portarse mal. Pero de verdad, aquí apenas se ve gente fumando, y todavía no he
visto un sólo borracho. Ni gente ebria, ni borrachos de plaza. Nada, ni rastro.
Me parece estupendo por otro lado. Que sanos. Sin embargo yo tengo otra teoría.
En uno de los bares más animados de Miraflores conocí detrás de la
barra a un compatriota que lleva diez
años viviendo en Lima, y charlando sobre el tema me dio su punto de vista. Yo
le comenté que aquí eran muy serios y muy educados, a lo que el me replicó “¡son unos reprimidos!” Quizá lo
sean sí, o a lo mejor no se pasan la vida viendo Telecinco. Solo alguna
telenovela casposa de vez en cuando. Tal
vez por eso no son zafios, malhablados y maleducados. Cuando hablo con
peruanos siento cierta vergüenza cuando todos y cada uno de ellos me repiten
eso de que en España hablamos muy duro,
muy directo y que en las películas siempre decimos “¡coño!”, “¡joder!” y “¡la
hostia!”. Aparte de que ni siquiera conocen el significado de la primera, nunca
usan ese tipo de lenguaje. Que majos, que reprimidos, o que educados.
Pero volvamos a lo de la seriedad y
su compromiso por ser un pueblo responsable y avanzado. Decía que es un camino
que están recorriendo con firmeza, que se sienten comprometidos y seguros de sí
mismos. Pero para alcanzarlo han de
lograr armar un marco legal en el que basar toda esa seriedad. Algún día ese
marco habrá sido pulido y perfeccionado, pero hasta entonces seguirá generando
situaciones que al menos para un español resultan curiosas. Hace muy poco
regresaba a casa después de un paseo, pero poco antes de llegar a nuestro
portal hubo algo que me llamó la
atención. En toda la calzada y pegados a la acera había coches estacionados o
aparcados como decimos en España, sin embargo uno tenía algo por lo que
destacaba. Retrocedí sobre mis pasos y me encontré con una escena que nunca
antes había visto. En la ventanilla del conductor algún inspector de tránsito
había puesto una pegatina haciéndole saber al dueño del vehículo lo mal que aparca. La pegatina bien grande y el problema es que cuando el dueño quiera regresar a por el coche medio barrio se
habrá dado cuenta de lo mal que aparca, haciéndole pasar una vergüenza
estupenda. Menudo ridículo. Además por si te queda duda de por qué te han marcado como a un paria tienen la delicadeza de indicarte con una cruz cuál ha sido tu infracción. Lo gracioso es que el coche estaba bien aparcado, pero en la foto se aprecia que el motivo es haber aparcado en "zona rígida" ¿Eso que significa? ¿Tenía que haber aparcado en una zona de arenas movedizas o cómo?
Imagino al responsable municipal en su despacho
redactando la normativa y pensando “el que aparque mal no solo le voy a poner
una multa sino que le voy a dejar en ridículo
para que se lo piense dos veces”. El tío debe ser sobrino-nieto de Gila. Me
imagino al amonestado llamando por teléfono y diciendo, “oiga, ¿es la municipalidad?
Si, que dónde dejo el coche, si, es que yo estaciono pésimo. A ver si pueden
mandarme un aparca-coches que la última vez me pusieron un cartel y se rieron
de mí todos mis primos”
Sorprende que tengan que recordar a los ciudadanos que no se debe utilizar un taladro de madrugada, pero así es, aquí en nuestro civilizado barrio existen unos cartelitos dando gracias por no hacer ruido, ya que aquí es un tema importante pues el ruido de esta ciudad supera con creces lo que la OMS consideraría perjudicial para el correcto funcionamiento de un cerebro pensante. Por supuesto tambien se toman en serio el tema de las bocinas. Evidentemente es un país cada vez más serio pero arrastran desde el pasado una herencia fruto probablemente de una escasa educación, ya que si hablas con ellos y les observas bien, te darás cuenta de que hacer ruido en realidad no es propio de su idiosincrasia.
Quizá lo más importante de todo aquello que se han tomado en serio es el tema de la discriminación. Yo no he visto ninguna escena al respecto, lo que si que veo por todos lados son unos carteles que dictan lo siguiente: "En este local y en todo el distrito de Miraflores esta prohibida la discriminación". Despues de leer esto uno se pregunta si habrá algun local en el que sí que esté perimitida la discriminación. Cuando caminas por la ciudad lo cierto es que todos parecen iguales, pero existe una elite no tan pequeña cuyo tren de vida no es muy diferente al de cualquier europeo adinerado, casualmente estas personas son algo más blancas que el resto. Es posible que la discriminación antaño se diera entre estos grupos ya que me resulta dificil creer que uno de Lima discrimine a un andino cuando son practicamente iguales, aunque tambien existen diferencias.
Pero su seriedad no se queda ahí.
Si un local infringe cualquiera de las múltiples restricciones y condiciones
legales que han surgido, entonces lo clausuran sin piedad, fulminantemente. Y
por descontado se lo hacen saber a todos los que por allí pasen. Pegando varios carteles de gran tamaño indican que ha sido clausurado por infringir
las normas. Por ejemplo, aquí al lado en la calle Berlín cerraron un bar porque
por lo visto habían entrado menores. Me parece correcto, aunque seguramente algo así en Madrid habría llevado eones. Juicios mediante. Aquí no, te lo cierran y zas! Cartel al
canto. Lo que no he averiguado todavía es como consigue uno eximirse.
Bar cerrado en la calle Berlín |
También pude presenciar como una
inspectora de hacienda imponía la nada desdeñable multa de tres mil soles a la
dueña de una agencia de viajes (en la que hemos contratado excursiones) porque
había obviado un cambio intrascendente en el sistema de registro del libro de
contabilidad, que por otro lado era responsabilidad de su gestor. La pobre
mujer me decía después que ni habiéndola servido un café ni nada, que la
inspectora había sido inflexible. ¿Soborno? Aquí por lo que he visto esa palabra
no existe. Lo último que se me ocurriría sería intentar sobornar a un policía.
En provincias no sé, pero me da que tampoco es buena idea.
Caminan, empero la casta política,
firmemente hacia una sociedad trabajadora, donde prima el esfuerzo y donde se
exige responsabilidad. Quizá se excedan en su empeño y generen situaciones cómicas,
pero es muy respetable su deseo y voluntad de progresar y tomarse la vida en
serio. Decía Aristóteles que "sólo hay felicidad
donde hay virtud
y esfuerzo
serio, pues la vida
no es un juego".
Me gusta. Cada vez escribes mejor. Sigue contandonos la vida limeña.....del puente a la alameda
ResponderEliminarGracias tata! Me gusta que seas lectora-seguidora. Seguiré escribiendo y persiguiendo la inspiración por esquinas y quebradas
EliminarBesos!
Tiene razón la tía, buenas descripciones, buena prosa. Sigue así. Es interesante y ameno. Besos
ResponderEliminargracias Nano, me alegra mucho que lo leais
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Esos genes suecos que empapan tu prosa....congrats!!Se feliz hermanito.
ResponderEliminarGracias minilu, ya sabes que los suecos estamos de moda ultimamente, lo llevamos en la sangre lo de escribir...
Eliminarbesos
Sueco, te superas en cada descripción, disfruto mucho leyendo el blog, conocía tus otras cualidades y ya la de escritor es de ¡¡¡chapeau¡¡¡ sigue así. Marisa
ResponderEliminarMuchas gracias Marisa, me siento muy halagado y agradado de que te guste y lo leas asiduamente.
Eliminarbesos
Sueco